sábado, 1 de agosto de 2015

Un Guardia De Seguridad Demanda Al Elenco De Wwe Por Un Sillazo


Si bien las demandas son una parte normal de la cultura estadounidense, no deja de sorprender lo absurdas que pueden ser algunas. Alguna vez Donald Trump pidió prestado 640 millones de dólares al Deutsche Bank, y debido a la crisis inmobiliaria de 2008, decidió no tomar el préstamo pero se negó a pagar 40 millones que debía como garantía. El banco pidió que les pagara y Trump los demandó por tres mil millones de dólares. Y dijo: “Es problema del banco, no mío. Les advertí que no debían de prestarme dinero”.

En la lucha estadounidense también hemos visto demandas exageradas, y una reciente es la de Troy Rivers, quien trabajaba como guardia de seguridad en el Savannah Civic Center, de Savannah, Georgia.

De acuerdo a Courthouse News Service, Rivers trabajó en un evento no televisado de WWE en 2013.

Rivers se encontraba en ringside, y afirma la demanda:

“No era parte del espectáculo y no era parte del show o storylines de los luchadores. Mi trabajo era mantenerme dando la espalda al ring y monitorear al público. De pronto, y sin advertencia previa, fui golpeado en la cabeza, cuello y espalda con una silla plegable”.

El artículo de Courthouse News Service añade:

“Rivers dice que cree que quien lo golpeó fue Jonathan Good, que lucha bajo el nombre de Dean Ambrose, pero debido a que estaba dando la espalda a la escena, no está seguro de cuál luchador lo golpeó”.

Y como no saben qué luchador fue, el abogado de Rivers, Kevin Elwell, realizó la demanda contra todos los Superestrellas que participaron en ese evento. Es decir, John Cena, Ryback, Dean Ambrose, Roman Reigns, Seth Rollins, Daniel Bryan, Cesaro, Fandango, Damien Sandow, Cody Rhodes, Kane y R-Truth, como si entre todos le hubieran dado pamba de sillazos.

Rivers dice que el suceso le dejó “lesiones personales serias, significativas y permanentes”, además de “angustia física y mental”, así como “pérdida de la alegría de vivir”. Su esposa Mary también es demandante, pues asegura que tras el incidente se ha visto privada de “comunión conyugal” con su marido (codazo, codazo, guiño, guiño).

WWE emitió un comunicado en el que dice:

“No tenemos conocimiento de ningún incidente de esta naturaleza, y la compañía de seguridad que contrató al demandante tampoco tiene registros en esta materia. Por lo tanto, el abogado del demandante debe admitir que no tiene bases para entablar acción legal contra los acusados nombrados en la demanda”. 


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